domingo, 23 de septiembre de 2018

Raquel i Oriol, 1 setembre 2018.

No me gusta confirmar bodas con tanto tiempo de antelación, pero con ellos hice una excepción. Raquel escribió a Sonríe Buttercup! pidiendo presupuesto en julio del año pasado. Me hizo muchísima ilusión porque ya nos conocíamos. 
Su hermana había confiado en mí para su boda y no sé si eso me tranquilizaba (vale, conocen bien mi trabajo y parece que les gusta) o me ponía más nerviosa (¿y si no cumplo con sus expectativas?). 
Nerviosa o tranquila es una gozada trabajar con familias que conoces de antes, y si son como la suya más. 

Esta semana podré enviarles todas las fotos, pero como sé que están deseando verlas 
y yo quiero compartirlas ya os traigo su preciosa, íntima y radiante ceremonia. 








Estaba todo personalizado: cada invitado tenía su nombre en su sitio, chapas para los padrinos y los novios, su propio sello piña, alfileres perrunos... Tal y como me habían contado, porque la charla previa con los novios fue intensa y diferente. 
Diferente porque estábamos a 1.000km de distancia e intensa porque me lo contaron todo con detalle. 
Su particular historia de amor, entre una andaluza y un catalán. Su tradicional pedida de mano entre viñas, con anillo y testigos. 
Su inseparable familia canina. Y como habían preparado todo para la boda, la música, el sitio, la ropa...









Tras más de un año de espera llegó el día: 1 de septiembre. Mucha gente apurando las vacaciones y el viento gaditano haciéndose notar. El sol lo tiñó todo de naranja, cogió un sitio privilegiado y de ahí no se movió hasta que se dieron el "sí, quiero". Y Oriol esperaba junto a su madre a que Ed Sheeran empezase a cantar. Las damitas llegaron con Beyoncé, y tras ellas Raquel. Preciosa, tal y como me lo había descrito, tal y como me la imaginaba. Y no parecía muy nerviosa. ¡¡¡Su boda se estaba haciendo realidad!!!










Les dedicaron unas palabras tan bonitas que era imposible no emocionarse. Envidia de amigas, de jefa y de hermana. Amor por ellos y para ellos. Recuerdos imborrables y claro, risas. De nuevo los detalles, un bastidor para las alianzas con Mafalda, Triana y Martina, anécdotas, miradas y los mejores deseos.













Os dejo con Raquel y Oriol con Blaumut sonando para la lluvia de arroz y así de felices. Pero habrá segunda parte, todavía queda su reportaje de recién casados (con sus hijas perrunas también) junto al lago de Arcos de la Frontera y la celebración. 

¡Qué noche de domingo tan bonita se ha quedado! :) 






Gracias por hacerlo tan bonito. 
Y que el lema de Lucía Be que os acompañó en vuestra boda os siga toda vuestra vida:

"baila lento, sueña siempre, ama mucho, sé valiente".








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